El primer cumpleaños de Cuentos de Boda

La tarde del 25 de septiembre, el equipo de Cuentos de Boda ya estaba preparado para recibir a todos los invitados de su “fiestecilla”. Por fin, habían logrado que cada detalle estuviese preparado y en su sitio para que todos los invitados disfrutaran de aquel día tan especial.

Les había costado mucho encontrar un lugar con encanto, mágico y especial, pero después de muchas vueltas dieron con el sitio perfecto: El Jardín del Ángel. La floristería más antigua de la Villa de Madrid situada en pleno corazón de Huertas. Un enclave precioso al que muchos nunca habían llegado a entrar. El Jardín lo cuidaba un hada de cabellos dorados llamada Pilar cuya filosofía se basaba en que aquella floristería debía ser como el jardín de su casa.

A las 19:30 de la tarde los invitados comenzaron a llegar, nada más entrar un cartel inmenso que decía: “No dejes de soñar”, les daba la bienvenida a aquel rinconcito. Cientos de plantas, flores y colores inundaban el dulce patio interior; pero el protagonista era sin duda el gran olivo que vivía en el jardín, un árbol que guardaba en su interior una historia de amor muy intensa que contaremos en otra ocasión. Y por ello, el equipo de Cuentos de Boda había decidido colgar de cada una de sus ramas una ilustración de cada pareja de novios que se habían convertido en protagonistas de sus cuentos durante aquel primer año, ellos eran la principal razón de que hoy estuvieran allí celebrando. Decenas de dibujos colgaban del olivo y parecía que allí mismo todos esos cuentos se hacían realidad.

Pero el jardín no solo tenía un patio exterior sino que una gran estructura de cristal similar a un invernadero custodiaba en su interior parte de los cuentos que Bárbara y su equipo habían creado durante el 2013. Y además, guardaba el gran secreto de la noche, la nueva aventura: Crónicas de Boda, en la que Bárbara, se convertiría en reportera de bodas.

Fue una noche que ningún integrante de esta pequeña empresa olvidará. La familia de Cuentos de Boda había conseguido reunir a más de cien miembros; todos disfrutaban, se reían, se presentaban entre ellos, disfrutaban del jardín e inmortalizaban aquellos momentos gracias a la ayuda de Lau y César de Angular8. Bárbara quiso aprovechar para presentar a todo su equipo, las tres magas del dibujo: Alicia, Isabel y Marta; a la hechicera de la corrección, Silvia, y dar las gracias a sus impresores y encuadernadores.

Tanto su equipo como todas las personas que habían acudido a la fiesta y aquellas que habían sido invitadas, pero no habían podido desplazarse hasta Madrid, eran las piezas clave para que un año después de lanzarse a la aventura, pudiera estar allí, feliz de compartir con ellos que habían logrado superar aquel primer año. Sin su ayuda y apoyo no habría sido posible. Así que para reconocer todo el cariño que les habían dado durante aquellos meses, cada invitado recibió un saquito lleno de trigo en el que había escrito: “Grano no hace granero pero ayuda al compañero”. Uno a uno los invitados debían ir bajo el olivo donde escrito en un cartelito se leía: “Ya tenemos los cimientos de nuestro granero gracias a tu granito”, y debían verter su simbólico granito en un tarro de cristal.

A cambio, a lo largo de la cristalera del jardín, Bárbara y su equipo habían colocado decenas de sobrecitos de colores, cada uno con el nombre de cada invitado. ¿Y qué había en su interior? ¡Solo ellos lo saben! ^^.

Lo que Bárbara no se esperaba es que aquella noche también habría alguna que otra sorpresa para ella: un ramo de novia de Algodón de Luna, muchos chocolates, una taza preciosa para un buen café en esas noches de trabajo y un marco blanco en el que Alicia, Isabel y Marta la habían dibujado en sus diferentes estilos. (¡Fue una verdadera pasada! Y me quedé con la boca abierta, no esperaba para nada ningún regalo, así que millones de gracias)

Tras las sorpresas, fue el momento de empezar a disfrutar de la noche, que se presentó de lo más calurosa pese a estar a finales de septiembre. Victor Sobejano se encargó de deleitar los paladares de todos los allí presentes con sus deliciosos y creativos pinchos creados desde el cariño. Y Mónica y Carlota de Miguelañez Eventos endulzaron la noche con un rinconcito lleno de gominolas, golosinas y chucherías que volvieron locos a algunos de los invitados.

Sin duda, una noche irrepetible en la que muchas fueron las casualidades que la hicieron única, al menos para todo el equipo de Cuentos de Boda.

Hoy una semana después, estoy frente al ordenador recordando todos aquellos momentos y me emociona comprobar todas las personas que tengo a mi alrededor que me quieren y me apoyan en esta aventura. Y que sé, estarán a mi lado en este nuevo proyecto llamado Crónicas de Boda :). Me siento una persona muy afortunada por teneros a mi lado y como dije en la pequeña presentación que hice aquella noche. “Un sueño que sueñas solo, es solo un sueño, pero un sueño que sueñas con alguien es una realidad”. Gracias a todos los que habéis soñado conmigo para hacer que Cuentos de Boda sea hoy en día REAL.

Y colorín colorado, el cuento de la fiestecilla de Cuentos de Boda ha terminado. (Aunque esperamos que el año que viene podamos repetir :D. Os dejamos con algunas fotillos que colgaron nuestro super invitados en redes sociales :DD )

Millones de gracias a todos los que os habéis hecho eco en vuestros blogs, sois geniales:

-Luna, Algodón de Luna

-Paloma, De Boda Closet

- Nuria y Sara, Lalablu

-Arancha, Premier Bodas