Cuando Miguel encontró a Marieta

Cuando Miguel encontró a Marieta

Era un 11 de febrero de 2005. El fin de semana había llegado y Marieta tenía todo preparado para irse de viaje. Unos días antes, su amiga Olga y ella habían decidido poner rumbo a Zaragoza para pasar unos días juntas. Hacía un tiempo que no se veían y Olga no se encontraba del todo bien, acababa de romper con su chico y necesitaba el apoyo de una buena amiga. Marieta no se lo pensó dos veces y le propuso hacer una escapada. Como Marieta vivía en Barcelona y Olga en Madrid, Zaragoza sería una ciudad intermedia perfecta para verse. Lo que Marieta no sabía es que aquel viaje marcaría un antes y un después en su vida.
Nada más verse, Marieta y Olga se abrazaron. Se echaban de menos y tenían muchas cosas que contarse pero tenían claro que su viaje a Zaragoza iba a estar cargado de mucha diversión. Llegaron al hotel y comenzaron a arreglarse. Habían decidió salir a tomar unas copas y a bailar. La primera parada fue en un pub del casco viejo llamado ‘El Buscón’. En la puerta del bar, Marieta clavó la mirada en alguien que le llamó la atención. Era un chico alto, de pelo corto, con buen cuerpo y que llevaba una americana blanca que resaltaba su tez morena. “Jolín, vaya chico más guapo”, pensó Marieta. Él también la miró pero continúo hablando con sus amigos.

Las dos amigas entraron en el pub y fueron directas a la barra. Pidieron dos copas y brindaron por su reencuentro. Estaban charlando animadamente cuando un grupo de chicos se acercó a ellas. Marieta no se lo podía creer, era el grupo del chico de la americana blanca.

Los cuatro amigos se presentaron. Eran militares y se habían conocido en Zaragoza haciendo servicio. Tras conocerse un poco, uno de ellos aprovechó la ocasión para ligar con Marieta. Ella no estaba nada receptiva, quien le había llamado la atención era Miguel, así se llamaba aquel chico guapo de la americana blanca que le había encandilado antes de entrar al bar. Pero él estaba hablando con su amiga Olga.

Marieta y su pretendiente llevaban un buen rato hablando cuando de repente él le tiró una copa encima. La verdad es que Marieta estaba un poco aburrida de la conversación así que aquel accidente le vino de perlas para escabullirse. Pero el incidente de la copa no pasó desapercibido para Miguel. Antes de que el pretendiente se diera cuenta, Miguel se acercó a Marieta y le dijo: “No te preocupes, que yo para compensarte te invito a un chupito”. Marieta se quedó descolocada y, claro, no pudo negarse.

Desde ese momento, no se separaron el uno del otro en toda la noche. Estuvieron hablando horas y horas. De ´El Buscón´ se fueron a ‘La Martinica’ y después a una discoteca llamada ‘La casa de los locos’. Marieta no estaba preocupada por Olga, su amiga había hecho muy buenas migas con uno de los amigos de Miguel así que ella podía continuar su larga y entretenida conversación. Fue una noche muy divertida, bailaron, bebieron y rieron sin parar. Pero llegó la hora de ir a descansar.

Miguel se ofreció a llevar a Marieta y a Olga al hotel. Las amigas no se negaron, había sido una noche genial pero los tacones ya les estaban pasando factura. Miguel las llevó en su escarabajo negro hasta la puerta. Mientras Olga entraba en el hall, Marieta se despidió de Miguel con un beso fugaz. Para sorpresa de Marieta, él no le pidió el teléfono ni el email simplemente se despidió diciéndole:

“Mañana te encontraré”

Al día siguiente, Marieta no tenía muchas esperanzas de volver a ver a Miguel. Olga y ella pasaron el día recuperándose de la noche anterior y a la hora de salir volvieron a toparse con ‘EL Buscón’. Pidieron unas copas en el bar y otro grupo de chicos se acercó a ellas. “No es lo mismo”, pensó Marieta mientras recordaba la genial noche del día anterior.

El pub comenzó a animarse. Estaba charlando con Olga y sus nuevos acompañantes cuando alguien le dio dos golpecitos en el hombro. Marieta se giró y las comisuras de sus labios esbozaron una amplia sonrisa.

“Has visto. Te prometí que te encontraría”.

Miguel estaba frente a ella para compartir una nueva noche de diversión y risas porque, como él mismo confesaría a Marieta en el futuro, no podía resistirse a aquella “morenaza” que el 9 de abril de 2011 se convirtió en la mujer a la que juró amor eterno para el resto de su vida.

Marieta y Miguel llevan ya ocho años juntos. Son el ejemplo de que el amor no se busca sino que se encuentra. Pero además, son el ejemplo de que el amor a distancia también funciona. Ambos han pasado momento difíciles ya que durante más de cuatro años mantuvieron una relación a cientos de kilómetros. Ella vivía en Barcelona y él en Melilla. Pero eso no fue suficiente para apagar la llama.

Gracias Marieta por contarnos tu historia. Es maravilloso conocer la chispa que se esconde detrás de Quiero una Boda Perfecta 😀 y además, que seas tú la que abrá oficialmente nuestra nueva categoría en el blog de Cuentos de Boda: “Bloggers in Love”. Espero que os guste mucho y que puedas sorprender un poquito a Miguel ;). Qu epor cierto, Miguel hace poco siguió los pasos de Marieta y ahora también es blogger en Mike Casual Chic. Os deseamos toda la felicidad del mundo!!!

Si eres blogger y quieres contarnos tu pequeña historia de amor no dudes en escribirnos a [email protected] 😉

(Texto: Bárbara Cervigón/ Ilustración: Alicia Sánchez)